En la creación de puntos de biodiversidad (que no sólo de anfibios), resulta crucial encontrar fincas privadas con propietarios abiertos y sensibilizados con la naturaleza. Máxime, si sus tierras se ubican en zonas con presencia de regatos de agua y antiguas albercas terreras, vestigios de un pasado histórico de agricultura de montaña hoy perdida, y también después de la gran desgracia de una sucesión de fuegos, algunos provocados con saña y nocturnidad por personajes sin escrúpulos ni corazón, o por la desgracia de caer un tendido eléctrico, como el sucedido el pasado agosto. Leer más.
Actuaciones en fincas conveniadas en Sierra Nevada (I)
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