logo

Somos un pequeño y variado grupo de voluntarios que intentamos salvar la población de sapo común (Bufo bufo) de los atropellos masivos en la carretera M-301 en San Martín de la Vega.  Es la población más importante de sapo común de la comunidad de Madrid. Pretendemos que se pongan barreras para anfibios como en otros lugares ya se ha hecho.

El año pasado recogimos unos 1.900 sapos pero no pudimos evitar el atropello de quizás otros tantos. Este año son 1.616 los sapos rescatados en los pocos días de lluvia que ha habido este otoño. Lo hacemos cuando los sapos se activan, es decir, en las noches de lluvia y con temperaturas no muy frías. Muchos de ellos son hembras cargadas de huevos que pretenden llegar al embalse de Gózquez para hacer sus puestas. Los atropellados están siendo otra vez muchísimos, incontables. Los sapos sufren las consecuencias del progreso en cuanto a que han de cruzar un espacio que siempre fue suyo y que ahora es una carretera, un carril bici y un muro de hormigón. El aumento de población de los últimos años en San Martín de la Vega hacen que el tráfico sea más denso y por tanto que los sapos tengan menos oportunidades de salir vivos cuando cruzan la carretera.

No podemos prescindir de la carretera, evidentemente, pero conozcamos los problemas que las carreteras sin buenas medidas paliativas provocan. Nuestra naturaleza, que tanta belleza nos ofrece, es descuidada y vulnerada como si  fuera un medio para nuestros fines, sin tener en cuenta que la naturaleza es un fin, porque es y porque fue, un principio de vida constante. Si sólo utilizamos la naturaleza como un medio, si no la respetamos como el maravilloso y sorprendente regalo que es, acabaremos con el bienestar del hombre al acabar con ese principio regenerador. El aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que nos mantiene,  es un milagro diario que precisa nuestro agradecimiento, nuestra admiración, nuestra contemplación, nuestro cuidado.

Empecemos desde abajo. Os pido vuestra colaboración para salvar sapos comunes. El humilde sapo, con las connotaciones negativas que la palabra sapo conlleva, con las informaciones erróneas que sobre él se ciernen, intenta cruzar una carretera. Conozcámoslo mejor. Ayudémoslo entre todos. Si queréis colaborar, poneos en contacto a través de correo, o por teléfono. Si no podéis, enviádlo y difundidlo por favor, tal vez alguien pueda.

Saludos, Elena. valolmo@yahoo.es

650626473.

While you are sitting at your desk sipping your coffee, there is a biologist somewhere in a remote jungle in Cuba worming his way through damp leaf litter, trying to ignore the swarms of mosquitoes sipping his blood. He pauses, motionless, concentrating, trying to not become distracted by the joyful dawn chorus of thousands of birds, trying not to hear the persistent whine of hungry mosquitoes. The biologist wonders, not for the first time, if the source of the sound that he is seeking was the result of his runaway imagination. Maybe he shouldn’t have had that third cup of coffee before setting out this morning?

Leer más.

A single adult collected in 1955 was the last confirmed sighting of this species. The Hula painted frog was recorded in only two localities on the eastern shore of Israel’s Lake Huleh. It may also have been found in adjacent parts of Syria.

In the 1950s, the Huleh marshes were drained in an attempt to both eradicate malaria and to make the land suitable for agricultural use. Of the original 6,000 hectares (14,800 acres) of marshland, only 300 hectares (740 acres) remained after drainage. While this remaining wetland (considerably far from the recorded range of the frog) was set aside as a nature reserve in 1964, this action may have been too late to save the species.

Leer más.