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Segunda primavera para los anfibios albaceteños

Antes de la llegada del frío y las lluvias otoñales, tan esperadas siempre, mis padres se ocuparon de traer leña seca. No sería la primera vez que meto leña en la chimenea y empieza aquello hervir y a humear como un goshver. Mientras colocaba en orden la leña cortada hace poco, me he puesto a pensar en cómo ha afectado la lluvia a los campos, y en especial al pinar de mi pueblo, que prácticamente moría de sed. En quienes más me ha dado por pensar ha sido en los anfibios y en las plantas. Las plantas, bueno, pueden resistir, pues muchas semillas están adaptadas a la sequedad del verano mediterráneo; pero los anfibios… me preocupaban un poco, la verdad. Leer más.

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