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Los ríos, charcas o fuentes tienen un gran volumen gracias a las lluvias caídas, mientras que las heladas van desaparecido. Es, por lo tanto, el marco idílico para el proceso de procreación, pero… ¿cómo se desarrolla? En general, salvo excepciones como los sapos parteros, la hembra pone los huevos en el agua, donde inmediatamente el macho los fecunda, y allí queda la freza hasta que emergen las pequeñas larvas. Leer más.